¿CÓMO
ESTOY?
Ya que me preguntas sobre cómo estoy, te
respondo, ahora, desde lo que vivo, a diario, desde lo que pienso, tal vez, a
cada rato, desde lo que siento muy dentro de mi alma.
Distante
estoy, pero no soy indiferente, porque no me
ausento de tu mundo; ni te trato con rechazo, porque te acepto; ni te ignoro,
porque para mí eres importante.
Distanciado
estoy, pero no ensimismado, porque no me aíslo de lo que
te pasa, porque la realidad de este mundo me acuchilla en el corazón
que me sangra.
Encerrado
estoy, pero abierto al otro, que necesite mi escucha
atenta, mi ayuda solidaria, mi palabra de aliento, mi respeto ante la
marcada diferencia.
Solo
estoy, pero inmensamente solidario con la humanidad por la que rezo; con la gente que sufre, compartiendo su dolor, con
el pueblo, al que sirvo en lo que pueda.
Aunque, por ahora, no me junto con nadie, para charlar sobre temas y reír a
carcajadas, abrazo a la gente con mi
sencilla reflexión y, con algún poema, le acaricio el corazón.
Así,
vivo cada instante, con esperanza de que esta pandemia no será para
siempre; y estoy abierto, con esta fe viva y despierta, amando a mis
hermanos, unido a mi Dios.
(Pe. Flamínio, Carmelita de Santa Cruz de la Sierra, Bolívia. Partilhado pelo Pe. Loacir msf)
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