Fé e poesia

PERMANECE EN JESÚS 

Aunque la tierra sea dura como piedra 

y la circunstancia sea como un acero,

permanece en Jesucristo, verdadera vid, 

para que tú, que eres su fresco sarmiento, 

no te seques ni se te corte fuera de tiempo. 

Aunque la noche te parezca muy oscura 

y no veas más que la sombra de la tristeza 

y del dolor que se extiende en el corazón,

permanece en Jesús, luz del mundo, 

para que él te haga ver la luz y la verdad. 

Aunque el vendaval de la vida te atropelle,

aunque el torbellino del sufrimiento y de penas

te haga girar, con su furia, hasta marearte,

permanece en Jesús, el Pastor que te cuida, 

y deja que Él sea tu refugio y tu fortaleza. 

Aunque las angustias frenen tu respiración 

y las carencias te zarandeen por dentro;

aunque tu cama se llene de insomnios 

y pasas la noche entera sudando en desvelo,

permanece en Jesús: él te dará la calma. 

Aunque todo se te aparezca ya perdido, 

porque solo pruebas el sabor de lo absurdo,

porque te puebla el vacío y te abraza la nada,

permanece en Jesús porque él llenará tu alma

y te dará el sentido existencial que precisas.

P. Flaminio Benítez Ortiz, ocd