DA RAZÓN DE TU FE Y DE TU ESPERANZA
No temas dar razón de tu esperanza
en medio de esta pandemia que vivimos,
a pesar de que te parezca Dios ausente
o de que la muerte sea tan abundante.
Aunque te preguntes dónde está Dios
en medio de esta terrible circunstancia,
no dejes de buscarlo muy dentro tuyo,
porque allí está, allí te habla, allí te ama.
Aunque no encuentres las respuestas
a tus lacerantes y angustiosas preguntas,
sigue orando con fe y con insistencia,
hasta que Dios responda a tus clamores.
Aunque tu sufrimiento sea tan inmenso,
como los desiertos dispersos en este mundo,
aunque te calumnien o se burlen de ti,
no dejes que tu esperanza se oscurezca.
Aunque te parezcan absurdas tus penas
e, incluso, la pasión que Cristo sufrió por ti,
recuerda que Él quiere conducirte a Dios
y vivificarte según el Espíritu que da vida.
Dá razón de tu fe y de tu esperanza,
porque ellas no defraudan, si las vives,
porque ellas son tus anclas de seguridad
y las alas para trascender la adversidad.
P. Flaminio Benítez
Ortiz, ocd
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