DANOS,
¡OH ESPÍRITU SANTO!
Ven, Espíritu Santo, a darnos el don de la fe,
para que
cimente nuestras existencias históricas,
en Dios-Trinidad, que es la roca que nos sostiene;
danos la firmeza de fe en Él, en medio de este
vértigo
que nos está zarandeando, cada instante.
Danos, ¡oh Espíritu Santo!, la certeza de la fe;
garantiza
nuestra esperanza de un mañana mejor,
y ayúdanos a
trascender las arenas movedizas
que van hundiendo nuestros proyectos y costumbres,
y ahogando hasta nuestras ganas de luchar.
Danos, ¡oh Espíritu Santo!, la fe viva que nos ayude
a liberarnos
de las realidades que nos preocupan,
de los miedos
que hacen temblar nuestras entrañas;
de las incertidumbres que sacuden nuestros futuros,
de las crisis que están emergiendo en todos los
ámbitos.
Danos, ¡oh Espíritu Santo!, la gran capacidad
de
desenfocarnos de las cosas más superficiales,
de centrarnos en las verdades trascendentes y
esenciales,
de creer en la presencia de Dios Padre y en la del
Hijo,
que nos fortalece en medio de este caos personal y social.
Ven, ¡oh Don-Persona!, y suscita en nuestras vidas
la virtud de
la fe que nos haga capaces de vivir
en
comunicación, en comunión y en donación
con el Padre y con el Hijo y contigo, ¡oh Santo
Espíritu!,
y con nuestros prójimos, siendo solidarios con
ellos.
¡Que así sea!
Fr. Flaminio Benítez Ortiz, ocd
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