¡OH
MAESTRO DE LA ORACIÓN!
Queremos aprender de ti, ¡oh Maestro de la oración!,
a orar con un corazón lleno de confianza filial,
sin emplear muchas palabras, sin alzar la voz,
sino con la fe puesta en el amor del Padre.
Enséñanos a tener la conciencia y la experiencia
de que somos los hijos muy amados de Dios, en ti y
por ti,
de que Él está en el cielo, en la tierra y en todo
lugar,
de que habita en nuestros corazones dándonos ser.
Haznos santos por la acción santificadora del
Espíritu,
para que su nombre sea santificado en nuestras
vidas,
para que su nombre sea reconocido, creído y amado,
en todo lo que pensamos, decidimos y hacemos.
Haznos capaces de acoger el don de su Reino
y de vivir los valores de justicia, de bien y de
paz,
para que cumpliendo su voluntad, hoy y siempre,
seamos capaces de amarnos y donarnos a los demás.
Haz que nuestra conciencia de ser hijos de Dios
Padre
sea tan fuerte que nos ayude a vivir como hermanos,
acogiéndonos siempre y aceptándonos, unos a otros,
ayudándonos y construyendo juntos un mundo mejor.
Queremos aprender de ti, ¡oh Maestro de la
oración!,
a perdonar de corazón a quienes nos han ofendido,
para que seamos capaces de vivir la no-violencia
y de edificar cada instante unas relaciones más
fraternas.
Fray
Flaminio Benítez Ortiz, ocd
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